domingo, 25 de octubre de 2009

PEDAGOGIA LIBERTARIA Y PAULO FREIRE

Otra forma de pedagogía y tal vez menos extendida es la libertaria, para situarnos un poco ésta es la que tiene sus bases en el anarquismo, su principio fundamental es buscar más allá un método de aprendizaje en el cual la persona pueda desarrollar sus aptitudes libremente, sin ninguna autoridad impuesta. Cuyo objetivo es conseguir personas íntegras y libres en la que no existan los dogmas ni la sumisión.
Hay famosos pedagogos y escritores como Francisco Ferrer Guardia, Ricardo Mella y León Tolstói escribieron sobre el tema, poniendo en práctica experiencias escolares como la conocida Escuela Moderna de Barcelona, La Ruche de Sebastien Faure y los ateneos libertarios en la España del S.XX.
Un ejemplo muy significativo a nuestro perecer y del que se debería tener constancia es de Paideia escuela que comenzó a funcionar en 1978 en Mérida (Badajoz), bajo el lema “la pedagogía libertaria desarrolla personas libres, responsables, igualitarias, justas y no violentas”, otro dato significativo es que la iniciativa fue llevada a cabo de la mano de tres mujeres profesionales de la educación: Concha Castaño Casaseca, Mª Jesus Checa Simó y Josefa Martín Luengo, dato interesante ya que no se conocen los nombres de muchas de las mujeres que han sido pioneras en nuestro país de hechos significativos. Hablamos entonces ya de 30 años de escuela libre que sigue manteniendo la misma ideología y las mismas finalidades.
La pedagogía es una ciencia que se apoya en el arte de educar que tiene como todo proyecto educativo una ideología en la que se sustenta, ya que cuando se educa se hace con un fin, como bien hemos ido viendo nosotros mismos a lo largo de nuestra trayectoria en el sistema educativo y más ahora que estudiamos pedagogía, y el fin de la pedagogía libertaria como dijimos al principio es facilitar la construcción de personas libres, responsables, autónomas, igualitarias, justas, no violentas y felices y por ello, esta rompe con la escuela tradicional en todos los aspectos.
Se neutraliza la autoridad adulta y se sustituye por un consenso entre todas las personas que forman el colectivo, se ejerce la ayuda mutua y la solidaridad resolviendo los conflictos de forma dialogada y no violenta, evitando la competitividad y facilitando la cooperación respetando las diferencias individuales y grupales, se establece la relación entre gente adulta y menor de igualdad y compañerismo. No existen los exámenes y por lo tanto no existe la discriminación.
Pero no todo es tan sencillo porque la pedagogía libertaria se somete constantemente a la crítica y autocrítica, en la actualidad el movimiento libertario no apoya estas escuelas como hizo en el pasado.
Los criterios para admitir a los alumnos/as son bastante estrictos ya que estos no pueden asistir a actividades extraescolares porque ello es ir en contra de los principios que se imparten en la escuela e ir contra la igualdad de clases, ya que habrá quien no pueda asistir a ellas por falta de dinero u otras causas. No deben tampoco y como era de esperar, recibir educación religiosa ya que la ideología es atea y esta formación religiosa va directamente en contra de la no autoridad y libertad de las personas.
De la pedagogía libertaria y haciendo uso de los pensamientos más representativos de Paulo Freire se puede dar forma a una pedagogía más humana, no utilizándola como una herramienta o instrumento para cambiar una alienación por otra sino como una educación centrada en el hombre, por y para él, bajo principios de libertad, democracia y autonomía que hará una sociedad más justa, consciente y humana.
Es erróneo habla de Freire como un anarquista, pero no lo es hacerlo como amante de la libertad, autonomía y democracia del sujeto.
Hablamos de él porque tiene muchas semejanzas con el pensamiento libertario, y de la educación se esperan los siguientes aspectos:
1. Una educación que constituya una fuerza posibilitadora del cambio y sea impulso de libertad.
2. Despertar la conciencia histórica de las masas para realizar un análisis holístico de su realidad particular. En medida de poseer concia histórica, serán libres de dominación impuesta.
3. Educación social y humanística. Dicha tarea de educar, será auténticamente humanista en la medida en que se procure la integración del individuo a su realidad nacional, ya que no existe educación sin sociedad humana y no existe hombre fuera de ella”.
4. Debe dejarse a un lado la concepción en el estudio social al investigador fuera del contexto el cual estudia, primeramente el hombre no sólo está en el mundo sino con el mundo y segundo, se debe respetar al hombre como persona, dejando atrás el pensamiento Hombre- objeto por Hombre-sujeto.
5. El hombre debe existir en el tiempo y debe luchar para la no acomodación, es decir, para la humanización, participando en las épocas históricas, creando, recreando y deduciendo. La actitud crítica, es el único medio por el cual el hombre se integrará en su época.
6. Debe proveer al educando de los instrumentos necesarios para resistir los poderes del desarraigo frente a una civilización industrial que se encuentra ampliamente armada como para provocarlo. Hay que enseñar a los hombres educación: oyendo, preguntando e investigando.
7. Debe estar vinculada a los problemas sociales que presenta la comunidad donde habita. Debe estudiar los fenómenos, problematizar la naturaleza y establecer los nexos causales de la misma para aportar soluciones contextualizadas y pertinentes.
8. Debe ser liberadora y autónoma, humanizando procesos y acabando con el academicismo, madre de reglas inoperantes que restringen la creatividad del sujeto.
9. En esa misma línea de abolición de dichas reglas inoperantes academicistas, se debe abrir y flexibilizar aquellas normas que limiten al Ser en su pleno desarrollo, así como la abolición de todo mecanismo que ejerza poder para que quede aislada de todo organismo político-partidista, religioso o empresarial, ejerciendo así el verdadero laicismo y pluriculturalidad.
10. Por esta parte seria la sociedad misma a través de la autogestión y el cooperativismo, quien tome y apoye a la educación en sus manos. Se habla entonces de una sociedad escolarizadora, una sociedad con conciencia que sirva de apoyo a la nueva comunidad de docentes. Una sociedad que paralelamente a la escuela estará en construcción. Donde no sólo el educando aprenda, sino que en cooperación y en ambiente colaborativo; el educando, el docente y la sociedad misma, se nutran en el proceso y lleguemos paralelamente todos, a ese estadio de desarrollo humano que tanto aspiramos.
Por ultimo, citar una frase que creemos que define lo que hasta el momento hemos intentado trasmitir:
“El papel del educador es dialogar con el educando sobre situaciones concretas, ofreciéndole simplemente los instrumentos con los cuales él se alfabetiza. Esta alfabetización debe ser desde adentro hacia fuera, por el propio educando y con la simple colaboración del educador”.
Paulo Freire

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